Capítulo 3.

Me desperté, ví el reloj y eran las cuatro del medio día.

Dios, las dos del medio día, que tarde se me ha hecho, y encima he quedado con Ryan, se me ha olvidado, dios tengo que comer, vestirme, e ir al centro a por unas cosas.

Me levanto, cojo la un pantalón ajustado azul y una camiseta rosa, me visto, me calzo y bajo a la cocina a comer algo.
Umm, que hay por aquí? Bueno, esto mismo.
Cogí un bocadillo y un zumo para comérmelo por el camino.
Llevo todo en el bolso, mm, vale me falta coger la llaves.
Cojo las llaves, voy hacia la puerta y la cierro.
Abro el bolso y cojo la comida, para comer por el camino.
A ver, tengo que comprar dos libretas, el libro de naturales, y demás cosas.

Andando por la calle, toda la gente muy abrigada pese a que hace calor, las calles están abarrotadas de extranjeros y más gente, demasiados tíos buenos.
Mierda Ryan, tengo que darme prisa para prepararme.

Corro a toda prisa hacia la papelería.
Menos mal que ya estoy cerca.
A pocos pasos de la entrada, veo a mi madre por lo lejos, me acerco a ella.

-Mamá, ahora iba a comprar las cosas que me pedistes.
-Vale, pero no tardes mucho.
-Me podrías dar más dinero por favor?
-Vale, toma 20€ más.
-Gracias mamá, te quiero.
-De nada hija, bueno me voy.

La doy un beso y entro a la papelería.
Me dirijo al mostrador.

-Perdone, las libretas?
-En el pasillo 3 a la derecha.
-Vale, muchas gracias.

Mmmm, están aqui, cogeré dos de ellas y los boligrafos.

Me dirigo a la caja, pago y salgo hacia una tienda de ropa del pueblo.

Buah, que camisetas, son preciosas, pero no tengo tiempo de probármelas, que hora será?
Miro el reloj, son las cinco y media de la tarde.

Dios mío, pero si en media hora he quedado con Ryan en la biblioteca, mas vale darme prisa.
Compro la camiseta y salgo corriendo de la tienda, al salir, me choco con un chico, me miró con mala cara y me dejó pasar.

Llegué a casa, por fín. Entro y saludo a mi madre.

-Hola mamá, tengo mucha prisa, voy a vestirme que he quedado.
-Con quién?
-Mmmm, con Ana, venga que tengo prisa.

Me visto, cojo lo necesario y salgo corriendo hacia la biblioteca.
Ahí está, tan guapo, vestido de blanco y azul, es precioso.

Pero al ir llegando, me encuentro con Ana, y...

Capítulo 2.

Era... Era él, era Ryan, aquel chico que conocí en la biblioteca, pero.. Qué hacía él aquí?

-Ho.. hola, que haces tú aquí?
-Hola, es que te seguí a casa, pero no me atreví a decirte nada.
-Pero, si yo me quedé más tiempo que tú.
-Ya, pero, de camino a casa, te ví y decidí seguirte.
-Reí.- Podrías a verme dicho algo.
-Es que me daba vergüenza. Rió.-
-Ah, ya, bueno, y qué quieres?
-Pues, que me lo pasé muy bien hoy, y quería preguntarte que si querías quedar...
-Hombre, podrías haberme mandado un Whats, que por cierto te he hablado.
-Pues ese es el caso, no tengo tu número, bueno, me voy, ahora enciendo el móvil y te contesto.
-Vale, hasta luego. Reí.

Cerré la puerta y me metí a dentro.

Pero, y por qué tendría tanto interés en quedar conmigo, Lucas?..., dios tantas cosas en mi mente, y no saber que hacer...

Me hice un colacao y cogí mi libro de ''Cincuenta sombras de Grey.'' fui a mi habitación, y empecé a leer...
Dios, se me han hecho las tantas de la noche, pero si son las cuatro de la mañana,
Miro el Whats y veo que me ha respondido Ryan.
Quiere quedar, mañana a las seis de la tarde, así que será mejor que me duerma ya...

Capítulo 1.

Una fría tarde de invierno, cuándo todo el mundo estaba es sus casas, arropado, al calor de la estufa, a mí me tocaba ir a la biblioteca, a estudiar.

Cogí el paraguas, las llaves, el móvil y mi mochila, salí de casa-.

Corrí por las húmedas calles de la ciudad, saltando por los charcos y esquivando a los coches, al fín llegué a la dichosa biblioteca.

Entro, y me dirijo al mostrador.

-Perdone, la sala de estudio?

-Todo recto y a mano izquierda.

-Muchas gracias. Sonreí.-

Mientras me dirigía a aquella sala, observé a un chico, bastante guapo, por cierto.

Entré, me senté en una mesa, dejé la mochila, y saqué los libros.

-Maldita historia, pero si esto ya pasó, suspenderé, seguro. Dije en voz baja-.

Aquel chico, que entró en mi misma sala, me escuchó, se acercó a mí y me dijo:

-Puedo ayudarte? Soy bastante bueno en historia.

-Bueno, si no suspendo, si. Sonreí-.

Entre risas, y susurros, acabó de exlicarme varias cosas.

-Espero a verte ayudado, pero, tengo que irme, llego tarde a casa.

-Pues sí, y mucho, ah, gracias.

-Se me olvidaba, me llamo Ryan, toma mí número.

-Muchas gracias, yo me llamo Candela, pero me llaman Candy. Sonrío.-

-Bueno, me voy que llego tarde, encantada de a verte conocido.

Mas de 2 horas estudiando, dios, como se pasa el tiempo. Miré la hora.-

Dios, eran las ocho de la tarde, y pronto tenía que estar en casa.

Metí los libros en la mochila, cogí la mochila y salí coriendo, sin mirar por delante, tenía mucha prisa.

Por fín, llegué a casa, menudo speed.

Entré en casa, dejé las cosas en la mesa y fuí a la nevera a beber agua.

Que fresca, dios que gusto. reí-.

Vi una nota en la encimera, y fui a cogerla, en ella ponía:

''Candy, me han llamado y tengo que hacer turno de noche en el hospital, llegaré sobre la una del medio día.''

Tomaaaaa, fiesta. grité-.

Encima papá está en el extranjero.

Me puse el pijama, me hice la cena y cogí el móvil para ver si tenía algún WhatssApp, cuándo recordé a aquel chico, que me dío su número, Ryan.

Lo agregé, y le mandé un mensaje, pero, no me contestó.

Tocaron al timbre.

Pero si yo no he invitado a nadie, quien será?

Fuí a abrir la puerta, era...